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Diario de la erupción del San Juan, narrado por Carlo


              


Los antecedentes: movimientos sísmicos en La Palma

Hoy es el 12 de junio de 1949
A decir verdad ni remotamente me hubiera imaginado que hoy y todos los días siguientes se pudieran encontrar en éstas honorables páginas. De esta manera se puede ver como pasa el tiempo, cuando se trata de viejos recuerdos empolvados. Y repentinamente se detuvo el tiempo, y todo estaba ahí otra vez, como si hubiera sido ayer.
Y ese año pasó otra vez! Julio y yo estábamos de nuevo con los viejos buenos recuerdos, caminamos hasta la montaña y visitamos los lugares secretos. Comenzamos nuestros relatos, nuestros recuerdos se espesaron, un sutil velo se posó sobre Las Manchas y observamos otro paisaje. Hoy es el 12 de junio de 1949. Mi tío Gregorio, está casado con la hermana de mi madre, y está de visita en lo de mis abuelos. Ellos se llaman Maria Marlene y Manuel. Mi madre está con Almodena en la laguna. Tengo que recoger patatas con Ana, la hija de Almodena, o sea mi prima. Ana es mayor que yo y no mueve un dedo, además es muy fina, pues, es que vive en Las Indias. Ella ya no va a la escuela, lo que seguramente lleva a que de todas maneras no puede hacer nada, salvo mirar de reojo a muchachos mayores, como por ejemplo al hermano de mi amigo Julio, el vecino de al lado. Tomo mi cesta y llevo mis patatas a la casa. Mi tío Gregorio es mi tío verdadero. Él trabaja en el faro de Punta Fuencaliente y como esta semana van a repararlo, está de franco. Cuando él narra, nunca me canso de escucharlo: "Sí - dice él, todo comenzó en febrero". En realidad no me di cuenta y pensé que seguramente debía haber bebido demasiado, pero después ellos contaron que realmente en el pueblo se había movido todo. En cambio en marzo, los terremotos habían sido vehementes. Y siempre se repetían. El mar se volvió de otro color y se movía raramente de un lado para el otro y del Abraham se desprendieron campos hacia abajo.
Estábamos todos afuera cuando el faro comenzó a saltar para arriba y para abajo. Pero en realidad éramos nosotros que nos desplazábamos de un lado al otro. Lo cierto es que la casa estaba toda llena de grietas y la torre estaba bastante inclinada, al menos eso me parecía a mí. Ya lo han reparado de nuevo"- "¿Y si nosotros en Los Llanos también tenemos un terremoto?" -pregunté pensativamente. "Y... ¡esperemos que no! Pero todos dicen que hay mucha agitación en la montaña.
El agua de la Fuente del Tion parece que ha cambiado y el Nambroque trasgueaba, tenía duendes. Yo creo que el Martín o el Antonio va a entrar en erupción, pero quien sabe, en estos momentos está todo en calma." - "Yo quiero ver cuando un volcán escupa fuego, quizás entra en erupción el Birigoyo, ¿lo podemos ver desde la casa?" - "¡No, gracias!" dijo el tío Gregorio y empacó sus cosas. Él había traído pescados. "¡De todas formas las cosas no se ven bien para nosotros, aquí en Las Indias!" Mi madre y la tía Almodena venían de lo de los padres de Julio, descendiendo el camino. Julio es mi amigo. Tengo la idea que próximamente algo puede cambiar.

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Los faros de Fuencaliente

Traducido de Alemán al Español por Silvina Masa


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